Axelle, Conso y Dominique no tienen nada en común, excepto que las tres son compañeras de trabajo y que, cada día, las tres cruzan la frontera. Para vivir dignamente en el lado francés, en Roubaix, las tres se prostituyen en el lado belga. Allí, se convierten en Atenea, Circe y Hera en un burdel. Ese es su secreto, su doble vida.